jueves, 14 de abril de 2016

Hija de la fortuna (Isabel Allende)

Debo decir que conocí la obra de Isabel Allende por su libro "Mi país inventado", desde allí me llamó la atención su forma de escribir, ya que la encontré muy parecida al estilo que suelo buscar en mis lecturas.

Aun así debo admitir que me enfrenté a este libro sin tener mayor idea de su trama. Decidí no leer la sinopsis ni buscar comentarios de otros lectores, para permitirme la intriga y el sumergirme a fondo con cada palabra que fuera desvelando la trama de esta historia.

Hija de la fortuna cuenta la historia de Eliza Sommers, una joven chilena que no tiene muy clara su procedencia, pues lo único que sabe, es que fue encontrada y acogida por una familia inglesa residente en Valparaíso. Aquella familia está conformada por Jeremy Sommers, la cabeza de la familia, John Sommers, un intrépido capitán que navega sin detenerse en casa y Miss Rose, la pieza femenina de los tres hermanos, que educa a Eliza como si fuera su propia hija.

Durante años, Eliza es estrictamente educada por su madre adoptiva que busca formarla como una 'señorita', con todas las cualidades y capacidades que se esperaban de una mujer en aquella época (siglo XIX), para que algún día pueda hallar un esposo que se encargue de asegurarle un buen futuro. La joven sin embargo no se siente totalmente parte de aquel modelo y disfruta de la compañía de Mama Fresia, la empleada casera encargada de la cocina, de quien recibe otros conocimientos ajenos a la formación rigurosa obtenida por Miss Rose.

El tiempo avanza y Eliza alcanza la etapa en que las cosas han de cambiar. No solo su cuerpo empieza a experimentar cambios sino también sus pensamientos y sentimientos, aunque no deja su rostro que refleja a una niña. Recibe advertencias de Mama Fresia respecto a la precaución que debe tener, pues por culpa de ese nuevo estado, nacerán en ella nuevas sensaciones y la impresión de encontrar el amor podrá llevarla a perder su voluntad.

Aquellas advertencias parecen más bien una especie de premonición, pues llega el joven y misterioso Joaquín Andieta que hace emerger en Eliza, consciente o inconscientemente, un amor desmedido que la lleva a seguirlo después de que éste se marchara a California por la fiebre del oro. En el camino y durante su estadía conoce nuevas personas que habrán de ser una parte importante de su nueva vida.

Tal vez haya abordado mucho del relato, pero me parece fundamental hacer un esbozo que de cuenta de la gran cantidad de elementos con los que cuenta esta historia. Pues además de la historia de Eliza, Isabel Allende se encarga de enriquecer a cada uno de los personajes secundarios y nos hace saltar una y otra vez entre las historias de vida de cada uno, mostrando toda la complejidad que un ser humano puede mostrar.

Los episodios en la vida de Eliza se muestran de manera bastante detallada, permitiéndole al lector sentirse parte de la historia, como si la estuviera viviendo muy de cerca. Permiten además captar la evolución del personaje desde su niñez hasta el grado de madurez que alcanza estando finalmente en San Francisco. 

No tengo más que elogios para este libro que realmente me ha sorprendido gratamente, por su título no hubiera esperado este tipo de historia, pero está tan bien contada, tan bien emplazada en la época y acompañada de guiños históricos, que resulta sencillamente delicioso dejarse llevar a través de la historia, no solo de Eliza sino de los demás personajes de los cuales Isabel Allende nos permite conocer aspectos de su pasado.

Si bien este libro puede tomarse como autoconclusivo y no necesita de otros para entender la trama, sí hace parte de un grupo de tres textos que empalman la historia de una familia por más de 100 años. Por lo tanto, aunque cada uno tiene la libertad de leer cada uno de estos libros en el orden que quiera, el 'orden' de los relatos son: Hija de la fortuna, Retrato en sepia y La casa de los espíritus.

Gracias por venir y nos leemos en una próxima oportunidad.
   

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